Cuando yo llegue a Toronto, todo me aterraba, desde los diferentes tipos de baños que encuentras y que tienes que adivinar como funcionan, hasta el tránsito y la ciudad. Todo lo que tenía que aprender era Norte, Sur, Este, Oeste, y los colores de las líneas del Subway que van en diferentes direcciones.
Una vez pasado el sobresalto, me ví en Milano, con un mapa y un espíritu que se devoró El Duomo, despues Venecia, Roma y la mitad de Italia. Y luego otro buen día me encontre en New York, en Quinta Avenida, por primera vez caminando sola, como loca, y regresando a casa con calma y sin asombro. Es una sensación que cuando reparé en ella me colmó el corazón y me dio un orgullo y una cosquillita rara, como de superioridad.
Será que a todo el mundo le pasa lo mismo…
Mi princesa, me puse feliz y nostálgico a la vez al leer tu bitácora. Necesito tus llamadas, a ver si coincidimos, tu voz es importante, me sana, lo juro por mi alma.
ReplyDeleteEl espíritu de las rocas de estos sitios es increíble, sólo alguien con tu sensibilidad podría captarlo.
Te ama
tu Lucero